¿Qué relación puede haber entre la bicicleta y la igualdad de género?
Aunque no lo parezca la bicicleta como medio de transporte ha tenido un papel importante en temas de movilidad y género pues se trata de un transporte que fomenta la igualdad gracias al hecho de ser democrático, económico y que permite moverse libremente.
Según estudios recientes, en España, los vehículos de motor son conducidos mayoritariamente por hombres, concretamente representan un 74% del total y el 70% si nos referimos solo a turismos. Por esta razón se considera que la bicicleta es un transporte inclusivo y asequible que podría ayudar a una parte de la población a tener más autonomía y libertad a la hora de moverse por las ciudades. Es por eso que la bicicleta es un transporte que puede conseguir un avance en la igualdad de género ya que se conseguiría una movilidad menos dependiente y más flexible, lo que se traduce a una mayor libertad en la vida de muchas mujeres.
También es cierto que las bicis se adaptan a las formas de movilidad de la mayoría de mujeres ya que suelen ser viajes de corto recorrido, suelen llevar alguna carga y suelen darse con más frecuencia debido a las tareas de cuidados.
La realidad es que la bicicleta entendida como transporte habrá logrado una normalización cuando haya logrado la igualdad entre los usuarios hombres y mujeres. Actualmente, en España, este porcentaje no es así, se conoce que las mujeres que usan la bicicleta de forma habitual (al menos una vez a la semana) es solo del 15% en cambio para los hombres el porcentaje llega a casi el 30%. Según estudios realizados, estas diferencias son debidas a la percepción de inseguridad en las calles o a las incomodidades de ir en bici a causa de la ropa.
Estas desigualdades que aún hoy están presentes en nuestra sociedad vienen de lejos. Ya en el siglo XIX, la bicicleta, era considerado un transporte inadecuado para las mujeres ya que se creía que podría llegar a producir excitación femenina por el roce de los genitales con el sillín. Incluso se llegaron a fabricar sillines especiales para evitar este supuesto placer. No obstante, el movimiento sufragista se apropió como suya la bicicleta como medio de transporte hasta el punto que una de las citas más conocidas de la época de Eliszabeth Stanton es: “Las mujeres viajamos, pedaleando, hacia el derecho a voto”. Fue gracias a ellas que la bicicleta se normalizó para las mujeres, aunque aún estamos lejos de llegar a la igualdad.
Hoy en día, el número de mujeres que no sabe montar en bici es el triple que el de los hombres y este es un problema que viene de la infancia ya que es el momento donde la mayoría de gente aprende. Además, se conoce que el porcentaje de niñas que no tiene bicicleta propia es mayor a la de los niños. Esto es un problema de raíz ya que en la primera etapa de la vida es cuando se empiezan a formar los hábitos de movilidad y se constituyen los roles de género.
Es por estas razones que es muy importante que las medidas adoptadas por las campañas de igualdad en relación a la movilidad trabajen con todas las franjas de edades empezando por las niñas y niños.
Conclusión
En conclusión, es importante que desde las instituciones se apliquen medidas para conseguir la igualdad entre la población ciclista y el primer punto a mejorar es la creación de infraestructuras dónde todas y todos nos sintamos seguras y cómodas moviéndonos en bicicleta por la ciudad.
